- Amy -escuche una voz a lo lejos-. Amy -repitió.
Sentí que alguien me movía.
Abrí los ojos adormilada y vi a Liam parado junto al asiento.
- Llegamos -sonrió.
Me incorpore y mire por la ventana. Efectivamente, el avión estaba parado en medio de la pista y pude ver al personal bajando las maletas.
Moví la cabeza hacia los lados y escuche como sonaban mis huesos.
- Creo que he dormido mal.
- Catorce horas sentada en un avión -obvio Liam.
Sonreí.
Me levante del asiento, el chico que se había sentado a un lado de mi ya se había ido, eso hizo que me preguntara... ¿cuanto tiempo era desde que el avión había parado?
La gente aun salia del avión. Levante mis brazos estirándome para relajar los músculos. Era un alivio estar parada.
Comencé a caminar siguiendo a Liam, al parecer mi padre ya había bajado.
- ¿Y mi papá? -pregunte tras de Liam.
- Ya bajo con Mikeila, van a ver las maletas -confirmo mi sospecha.
Bajamos del avión tomándonos nuestro tiempo, no me molestaba en lo absoluto, mientras mas nos tardáramos, mas podría estar parada, no quería sentarme tan prontamente.
Liam me tomo de la mano y lo mire.
- ¿Tanto asi extrañas a Greys? -bromee.
- No quiero que te roben tontita -sonrió-. Después... Logan me va a pedir cuentas
Reí al imaginarme eso. Caminamos buscando a nuestros padres entre la multitud. Por fin los vimos, con un chico que les entregaba las maletas, nos aproximamos a ellos.
- Bueno chicos llegamos -dijo mi padre entusiasmado.
Sonreí fingiendo felicidad.
- ¿Y ahora que? -pregunto Liam.
- Rentaremos un auto -sonrió papá.
- De acuerdo -susurre.
Tomamos nuestras respectivas maletas y caminamos hacia la salida, donde ya esperaba nuestro auto alquilado.
Papa había elegido una camioneta familiar, muy astuto diría yo.
Colocamos la gran cantidad de maletas en la parte trasera y subimos a la camioneta.
- ¿A donde iremos? -pregunto Liam.
- Es una sorpresa -dijo Mikeila acomodándose aquel sombrero blanco que llevaba.
- Grandioso -dije irónicamente.
Afortunadamente no notaron mi descontento.
Mire por la ventana, el trafico era tremendo y me hacia enfadar, aun así, me tenia emocionada el hecho de hallarme en un lugar que nunca antes había visto.
Había gran actividad por las calles, los medios de trasporte hacían un ruido a veces insoportable, pude notar que los autobuses iban a gran velocidad, llegue a pensar que habría accidentes muy seguido. Veía a la gente transitar, algunos muy a prisa, otros con una gran calma. Eran las tres de la tarde, el sol se hallaba en lo alto, por lo mismo, Mikeila llevaba ese gran sombrero. La temperatura se sentía un poco alta, si no llegábamos pronto, me enfadaría aun mas. Continué mirando el lugar, no podía negar que era grandioso. Aunque me daba un poco de miedo, había leído que las personas de el lugar no respetaban las señas de transito ni los semáforos... espero sea mentira. Seria muy tonto que no lo respetaran.
Me quite la sudadera gris que llevaba puesta alejándola lo mas posible de mi. Abrí un poco la ventana para que entrara algo de aire, odiaba ir con las ventanas abajo, pero este era una buena exención.
Cerca de veinte minutos fueron los que estuvimos encerrados en el trafico, al fin nos desviamos, comenzaba a sentirse la frescura un poco, el olor del agua salada flotaba en el aire.
- ¿Estaremos cerca de la playa? -pregunte.
- Efectivamente -respondió mi padre con una gran sonrisa.
- A mi madre le gusta la playa -dijo Liam.
- Entonces ya veo porque estamos aquí -sonreí.
En ese instante estuve agradecida con Mikeila, ya que así no se sentiría un calor tan insoportable.
- Hemos llegado -anuncio mi padre aparcando el auto fuera de un edifico que no lograba ver muy bien.
Salimos del auto.
- ¡Cielos! -exclamo Liam reflejando su sorpresa.
La mía era tanta que ni siquiera pude decir algo.
El edificio que se hallaba frente a nosotros era enorme, tenia un largo... no se que tanto era de largo, pero el alto, logre contar ocho plantas. Al rededor del edificio blanco había varias banderas de diferentes países. Reinando, la bandera de Brasil se encontraba en la cumbre del edificio, en el cual unos metros mas abajo se leía Copacabana Palace.
Entramos al hotel, entrar en realidad no me ayudo mucho, ya que con haberlo hecho mi sorpresa fue aun mas.
Nos acercamos a la recepción en donde una chica muy bien vestida hablo con papá
- ¿Cuanto debió gastar aquí? -susurre sorprendida.
- No creo que solo haya ahorrado lo del mes pasado -coincidió Liam.
- Bien chicos -mi padre llamo nuestra atención-. Subamos a las habitaciones.
- ¿Viene con mapas incluidos? -enarque una ceja.
- ¿Que? -rió Liam.
- Es que... es posible que me pierda por aquí -reí.
Entramos al elevador.
- Bueno chicos... Mikeila y yo estaremos en la planta alta.
- ¿Osea como? -pregunte-. ¿No estarán a lado de nosotros?
- Tomaremos la suite Cobertura.
- ¿Y nosotros? -enarque una ceja.
- Suite Piscina.
Liam y yo nos miramos.
- Nos abandonaran en una suite? -pregunto Liam.
- Cada quien tiene la suya -sonrió Mikeila.
- ¿Como? -me sorprendí-. ¿Estaré sola en una suite?
- No te parece la idea? -pregunto mi padre preocupado.
- No, no... esta perfecto -quise arreglar al verlo así.
- Bueno -sonrió el-. Este es su piso -dijo al momento que se abrían las puertas del elevador.
Nos entrego un par de llaves y salimos del elevador.
- Estaremos en la planta alta -dijo al momento que se cerraban las puertas.
- Excelente -dijimos Liam y yo al unisono.
Comenzamos a caminar por el pasillo en el que nos encontrábamos buscando nuestras habitaciones.
- A este paso no tendremos que cenar para navidad.
- Es mucho gasto... lo se.
Suspire al momento que miraba mi llave con el numero inscrito en el.
- Y aquí es dije mirando el numero de la puerta.
- Estoy a lado -dijo Liam encogiéndose de hombros.
- Al menos no estamos tan lejos -sonreí.
- Si...
Vacile un poco, pero al ultimo entre a aquella habitación.
Era una exageración lo que había ahí... ¿como podría yo permanecer en algo así?
- Espero encontrar el mapa -susurre para mi.
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