jueves, 14 de noviembre de 2013

De Vuelta - Capitulo 60


- Amy -Logan me miraba sorprendido.
- Esperaba otro recibimiento -sonreí.
- Es que yo... -su mirada era extraña.
- Logan... ¿te pasa algo? -me preocupe al instante.
Camine hacia el, al querer tocarlo el se hecho para atrás.
- ¿Logan? -susurre.
- Ya no puedo estar contigo Amy -dijo con la mirada cargada de dolor.
- ¿Que? ¿Como? -comencé a alterarme-. Logan contéstame.
- Ya no puedo -dijo retrocediendo.
- Logan no puedes... -mis ojos comenzaban a inundarse.
- Si puede -Melanie salio detrás de el sonriéndome burlonamente-. Te lo dije... te dije que el seria mio.

Desperté sobresaltada, me había olvidado de Melanie... ¿pero que pienso? Logan jamas me dejaría por ella... lo había prometido, había prometido que nosotros eramos un para siempre.
Un sueño... solo era eso, un mal sueño.
Mire mi celular, dos segundos después sonó la alarma que indicaba el día de vuelta.
Me levante de la cama y la arregle un poco pues al haber dormido sobre ella, no era un desastre. Me metí a la ducha abriéndole al agua caliente, me deshice de mi ropa, entre a la ducha dejando que sus cálidas gotas de agua alejaran ese sueño que me había hecho estremecer, me duche para luego salir en ropa interior con el cabello enredado en una toalla, el día anterior no había decidido que ropa llevaría así que tendría que buscarla ahora. Abrí mi maleta buscando alguna prenda de mi gusto. Después de buscar algo un rato, encontré lo adecuado (Vestuario), a pesar de ser de madrugada se sentía el clima cálido y durante el viaje seguro que también estaría en una temperatura no muy fresca, pero llegando a Los Ángeles seguro que la temperatura descendería considerablemente, llevaría el sweater en brazos, para tenerlo a la mano cuando lo necesitara. Me dirigí al tocador y me quite la toalla del cabello, este callo sobre mi espalda aun húmedo  lo cepille dejándolo suelto, tome una liga colocandola en mi muñeca, me amarraría el cabello en cuanto estuviera seco. 
Di una ultima vuelta por la habitación asegurándome de no olvidar nada.
- Amy -escuche mi nombre al momento de oír insistentes golpes en la puerta.
Abrí la puerta descubriendo a Liam del otro lado de ella.
- Ya estoy -dije sonriendo.
- ¿Feliz por volver? -sonrió.
- Dímelo tu -lo abracé.
El rió por un momento devolviendome el abrazo.
- Pues debemos apurarnos o perdemos el vuelo.
Me ayudo con mis maletas y bajamos a la recepción donde ya se hallaban mi padre y Mikelia hablando con el gerente. Llevamos mis maletas al auto alquilado donde aguardaban las demás. Subí al auto con Liam a mi lado, me recargue en el respaldo del sillón y mire por la ventana, iba a abandonar aquel precioso lugar pero volvería a sus brazos.
Vi a mi padre caminar hacia el auto junto con Mikeila, entraron en el auto colocándose el cinturón de seguridad.
- ¿Y que tal? -pregunto mi padre con esa sonrisa ya muy característica en el.
- Estuvo excelente -sonreí.
- Me alegra que les gustara -nos miro Mikeila.
- Como dijo Amy, estuvo excelente mamá.
- Bien... ahora de vuelta a casa -sonrió papá.
Encendió el auto y comenzó el viaje al aeropuerto.
Con la mirada, me despedía de aquel maravilloso lugar, las luces iluminaban las calles, aquellas solitaria calles por ser de madrugada, había escasos coches transitando por la ciudad, en algún momento se reanudaría la actividad en la ciudad.
Después de diez minutos llegamos al aeropuerto, a diferencia de la ciudad, este estaba con un numero considerable de gente, nos tardamos menos que la vez anterior, entramos al avión ahora me había tocado con Liam, lo cual agradecía, sabia que con el a mi lado no tendría que pensar en que haría durante el viaje, aun así, una platica de catorce horas no era muy convincente.
El avión comenzó a moverse y con el mis nervios comenzaron a acabarse, necesitaba verlo ya, tenerlo, ver esos ojos.
Logan, no puedo creer lo que te extrañaba.

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