martes, 12 de noviembre de 2013

Incomoda - Capitulo 58


Busque en mi ropa algo adecuado para salir.
Mis padres al fin se habían acordado de nosotros... literalmente, los últimos cinco días se habían hallado algo distantes, y Liam y yo los comprendemos, era su Luna de Miel, y queríamos que lo disfrutaran.
Hoy iríamos a comer a algún restaurante, no sabia que ponerme, algo formal o solo lo de siempre.
Estos últimos días había salido con Daniel, era realmente simpático, me había hablado mucho sobre el y su familia, un día nos llevo a un parque cercano, y digo nos porque Liam fue con nosotros.

- Entonces, nos vemos mañana -había dicho Daniel.
Sonreí asintiendo.
- ¿Mañana que? -pregunto Liam una vez estando solos.
- Iré con Daniel a un parque de aquí cerca.
- ¿Tu sola? ni de chiste Amy, búscalo y dile que muero de ganas por ir -Liam se había puesto serio.

Liam era el chico mas sobre protector que había conocido en mi vida. Me había jurado que iba a ir porque quería conocer mas allá del hotel, sinceramente no le creí, sabia perfecto que solo quería cuidarme y se lo agradecía.
Seguía con el pleito de la ropa... no sabia a que lugar iríamos, hubiera agradecido que al menos me dieran una idea del lugar, o por lo menos que hayan dicho spaguetti o hamburguesa, creo que con eso era mas que suficiente, pero no... solo me dejaron a mi suerte.
Al cabo de diez minutos me decidí por algo ni tan elegante, ni tan cotidiano... el juego de ropa se lo agradecía igualmente a Greys (Vestuario) .
Al acabarme de cambiar, me dirigí al gran espejo de mi habitación, cepille mi cabello dejándolo suelto, las ondas de este comenzaron a formarse, como siempre no quise maquillarme... simple y sencillamente no me sentía cómoda.
Me senté en la cama con las piernas cruzadas, coloque mi mano derecha sobre ellas y mire el plateado anillo que habitaba en mi dedo anular. Delinee con mi dedo el infinito del anillo, el tiempo no pasaba muy rápido que digamos, este era mi sexto día aquí y me sentía realmente intranquila, lo extrañaba demasiado, lo necesitaba como nunca. Una pequeña gota salada callo cerca del anillo, me levante de la cama y camine hacia el balcón, deslice la puerta y salí, me senté en este mirando la playa, el sol toco mi piel, cerré los ojos. Deje que mi imaginación me transportara a su lado, podía sentirlo, saborear sus labios, sentir su calor, podía ver ese perfecto rostro. Abrí los ojos dejando que las lágrimas salieran de ellos, no se si podría aguantar siete días...
- Solo siete días... si puedes, solo siete días mas...
Me levante del lugar secando los finos caminos que mis lágrimas habían dibujado, me dirigí a mi cama donde se hallaba mi no tan útil celular, mire la hora, para este momento ya me deberían estar esperando en la recepción. 
Salí de la habitación dejando el celular en la cama.
No estaba de ánimos como para bajar las escaleras, espere al ascensor y entre en el, bajo un par de pisos cuando la puerta se abrió.
- Hola Amy -saludo Daniel entrando al ascensor.
- Hola -susurre incomoda.
- Te ves muy bien... ¿a donde iras?
- Saldré con mi familia a cenar -sonreí.
- Debe ser un buen lugar al que van -aseguro
- En realidad no tengo ni idea -me encogí de hombros
- Entiendo -sonrió y me miro.
Incomoda por su fija mirada, dirigí mi vista hacia cualquier rincón donde no estuviera el.
- Amy -dudo. Lo mire, entre en pánico al ver la forma en que me miraba... no podía ser-. Yo quería saber...
Para mi suerte, las puertas se abrieron en ese instante.
- Tengo que irme -dije aprisa.
El solo asintió algo inconforme.
Salí del ascensor y camine hacia donde ya esperaba mi familia.
- Estoy lista -dije mirándolos.
Al parecer no había fallado, los tres vestían formalmente.
- Vayámonos entonces -animó mi papá.
Caminamos hacia la salida del hotel, un chico ya esperaba afuera con nuestro auto alquilado. Subimos en el y papá emprendió el viaje.

- Así que... ¿mañana que harás? no me digas que estarás con Daniel.
- Quizá -me encogí de hombros.
- Pasas mucho tiempo con el ¿no crees?
Mire a Liam, quien sentado en mi cama continuaba su interrogatorio.
- No se Liam -dije seria.
- ¿Que pasa Amy? -ladeo la cabeza.
- Liam... ¿porque te molesta que hable con Daniel? -pregunte al momento que recargaba mis brazos sobre un cojín.
- No lo se -se encogió de hombros.
- ¿Tu crees que... no se, tenga otras intenciones, algo como... mas que amigos?
- Amy -exclamo mirándome sorprendido-. Se nota a kilómetros.
- Si, seguro -conteste con sarcasmo.
- Soy un chico... se lo que quieren los chicos, y como miran los chicos y ese chico no busca amistad solamente.
Me quede callada, tenia mucha razón, el sabia lo que los hombres querían y como reaccionaban, pero no quería aceptar aquello, me hacia estar incomoda.
- Liam, solo... olvídalo ¿si?
- Como quieras -dijo un poco molesto.
Abrace el cojín ocultando mi rostro en el.
No podía ser lo que Liam decía, quizá solo fuera una confusión, una confusión incomoda que no pasara a mas... eso tenia que ser.

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