miércoles, 13 de noviembre de 2013

Desilusion - Capitulo 59


Debo admitir que me propuse dejar un rato a Logan para dejar que el tiempo hiciera lo suyo, había pasado con Liam días divertidos, el también ya se notaba mejor, creo que ya no eramos zombies andantes.
Mi plan dio resultado, pues este era ya el ultimo día que pasaríamos en Río, estaba mas que feliz por volver a Los Ángeles.
Tome mi iPod y baje a la piscina, ya había terminado de empacar mis cosas, mañana saldríamos temprano para el aeropuerto.
Salí al lugar de mi destino, la luz de la luna me ilumino completamente, sonreí complacida por tener su presencia tan cerca de mi.
Me recargue en el barandal y me coloque los auriculares. Mire aquella grandiosa vista que me ofrecía la noche, podía verse el mar oscuro y en el, el relejo de aquella enorme luna blanca.
- Mañana estaré contigo -le dije al astro.
Era sorprendente como después de todo había disfrutado las vacaciones, me había divertido pero lo había extrañado, aunque eso ya no importaba, por fin lo vería de nuevo.
Pase un buen rato imaginándome el como me pondría al ver a Logan y la reacción de el, me divertía al imaginarme la reacción de Greys que quizá haya sido la mas sufrida. Reí ante la idea.
Sentí una mano en mi espalda, me voltee dispuesta a golpear en broma pues pensé que era Liam.
- Hola Amy -saludo Daniel.
Me había equivocado.
- Hola -dije volteandome nuevamente hacia el mar.
- ¿Así pasas tu ultimo día?
- No quiero olvidarme de la vista... es algo increíble.
- Muy cierto -se recargo en el barandal a mi lado.
Nos quedamos en silencio mirando aquel paisaje. 
- Te extrañare-dijo rompiendo el silencio.
Sus palabras provocaron que lo mirara de inmediato.
- ¿Disculpa? -pregunte sorprendida.
- Te voy a extrañar -dijo mirándome.
- Daniel...
- No, no escucha -me interrumpió-. No pude decírtelo antes... y no se si halla sido bueno, me la  he pasado muy bien contigo estos días... aunque se que a tu hermano no le agrado -esbozo una sonrisa-. Pero solo... agacho la mirada un momento para después mirarme de nuevo-. Amy, tu me gustas-soltó de repente.
Entre abrí la boca por la sorpresa.
- Da-Daniel -balbucee- yo...
- ¿Tu que piensas? -pregunto esperanzado.
- Yo... te extrañare... porque, porque eres un chico simpático y divertido... y buen amigo -terminé.
- ¿Amigo? -dijo serio.
- Si Daniel... amigo -lo mire apenada-. Yo tengo novio... y estoy mas que enamorada de el.
- Entiendo.
- Lo siento -baje la mirada.
- No tienes porque -dijo frió.
Lo mire confundida... había dicho entiendo y ahora me hablaba así.
- Daniel...
- No me digas nada, esta bien... fue una ilusión solamente.
Dicho esto se fue dejándome sola... me dejo confundida... ¿ilusión? si nos conocíamos de hace solo dos semanas...
Daniel desapareció entre las puertas del hotel, volví a mirar aquel armonioso mar, quizá nunca lo volvería a ver. Me di la vuelta y camine hacia las puertas del hotel, baje los pisos restantes para quedar el la planta principal, salí del hotel, caminando por aquella impresionante fila de banderas, estando afuera cruce la única calle que me separaba de aquella arena blanca.
No tarde ni dos minutos en estar en contacto con esa arena, camine hacia la orilla de la playa, dejando mis huellas tras de mi, me senté en la arena mirando el océano, aquellas olas que intentaban escapar del mar, sus intentos eran fallidos pues conforme rompían regresaban al mar.
La brisa del mar llego a mi, aquella que refrescaba el calor que se sentía, comencé a jugar con la arena, la tomaba entre mis manos y la dejaba salir por entre los orificios que encontraban en su camino.
No se cuanto tiempo estuve así, mire al rededor de mi, aunque ya era noche había aun personas, levantaban sus cosas para emprender la partida. Quizá yo debiera hacer lo mismo, necesitaba dormir, tenia que levantarme a las cuatro de la mañana, pues el vuelo salia a las seis, nuevamente catorce horas de viaje.
Por alguna razón, no quería irme de aquí, me había encantado este lugar, a excepción del calor todo estaba perfecto, pero aun así, mi ser anhelaba estar con Logan lo mas antes posible. Quería estar con ese ser tan perfecto, tan único.
Impulsada por mis deseos me levante de aquella cálida arena, me despedí del mar con una mirada de admiración, camine de vuelta hacia el hotel, sabia que si mi papá o Liam se enteraban que había salido sin nadie iban a explotar.
Llegue a mi habitación sin ningún obstáculo, mire la hora, eran casi las diez de la noche, tenia que dormir, porque seguramente en el camino no lo haría por la emoción de verlo de nuevo.
Me aventé en la cama sin preocuparme por taparme, la noche era cálida, puse mi alarma veinte minutos antes de las cuatro, apague la lampara y me abrace a aquel peluche blanco que Logan me había regalado, sin duda, el había sido mi compañía durante estas dos semanas sin Logan.

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