No lo puedo creer. Mi mejor amigo. Nunca antes me había dado cuenta o nunca antes he querido aceptarlo. Estoy enamorada de mi mejor amigo. Amo esas adorables pequitas de sus mofletes, sus grandes ojos verdes y el color de su pelo, el cual me recuerda a los cálidos rayos del sol. Y justo me tengo que dar cuenta ahora. Cuando ya lo he perdido. Cuando él está decidido a entregar su corazón a otra.
Me dirijo a la clase de matemáticas con la esperanza de que las ecuaciones y las raíces cuadradas mantengan mi mente ocupada.
Una vez sentada en mi sitio, abro la página del libro correspondiente. Mientras el profesor explica “el Teorema de Pitágoras” comienzo a pasar lentamente las páginas de mi agenda y me encuentro algo que no me esperaba ver.Nuestra foto. La foto que nos hicimos en la noria el día de mi cumpleaños. Creía que la había perdido.
Es entonces cuando la cotilla de mi mejor amiga, Paula, se da cuenta de que mis ojos empiezan a humedecerse.
-Victoria… - me susurra. -¿Sabes lo que tienes que hacer, verdad?
-Sé a qué te refieres, pero no pienso hacerlo.
-Es hora de la verdad. Debes decirle lo que sientes. No seas tonta o lo perderás para siempre.
-Pero, ¿y si él no siente lo mismo?
-Ambas lo conocemos desde que prácticamente tenemos memoria y tú sabes tan bien como yo que, aunque no sienta lo mismo, lo comprenderá. ¿O acaso él no quiere hacer lo mismo pero con otra chica?
Tras pensarlo durante unos minutos, me levanto y le pido al profesor ir al servicio. Al salir, me dirijo a su clase de Biología, me asomo a la ventana y le indico que le espero bajo el sauce del patio, el lugar en el que siempre quedamos para desahogarnos. Al verle aparecer, siento cómo mi corazón comienza a acelerarse rápidamente.
-¿Qué ocurre? –me pregunta con su habitual sonrisa.
-He de hablar contigo de una cosa muy importante. -De pronto las lágrimas comienzan a derramarse por mis mejillas.
-¿Ha pasado algo? Me estás asustando.
-Perdóname. Lo que voy a hacer es, posiblemente, lo más egoísta que he hecho en toda mi vida.
-¿Qué vas a hacer?
-Álvaro, pase lo que pase, no quiero estropear nuestra amistad. Pero si no lo hago te estaré traicionando a ti y, sobretodo, a mi misma. La verdad es… ¡Que te quiero! Sé que no tengo derecho a decirte esto justo ahora, ahora que es cuando tú te has fijado en otra y estabas decidido a decírselo. No quiero entrometerme entre vosotros, pero mi corazón no aguantaba más el guardarse un secreto como éste. Sé que he sido muy egoísta y comprenderé que no quieras volver a verme nunca más…
No puedo dejar de hablar cuando… Derek se acerca unos pasos, me rodea con sus fuertes brazos y ambos nos fundimos en un cálido y apasionado beso. Al separar sus labios de los míos siento cómo un cosquilleo me recorre la espalda pidiendo más.
-Pero, ¿a ti no te gustaba Rosa?
-Sólo para llamar tu atención. Únicamente te quiero a ti.
María.
awwww <3 fue muy tierno :) Sería genial que siempre pase eso, que ambos se gusten, aunque es medio imposible :P
ResponderEliminarPorque en un momento dice Álvaro y después Derek...Álvaro no es un nombre? :P jajaja me perdí un poco en ese momento pero no importa, se entendió :P
bueno sigo leyendo :)))))
ohh que hermososs awww los ame todos awww :')
ResponderEliminarNunca me gusto mi mejor amigo, pero si alguna vez me enamoro de él espero por favor que pase esto! jajajaja fue de lo mas tierno posible :)
ResponderEliminarMe encanto...Un amor ambos <3
Sigo leyendo, aunque leer estos cuentos me hacen desear un novio jajajajaja
ah me encantó!! es tu primer one shot que leoo :
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