martes, 14 de febrero de 2012

El mejor regalo de San Valentín - One-Sot maraton


Como cada día, al bajar por las escaleras hasta el portal de su casa, el conserje la saludó amablemente. Siempre que eso pasaba, se avecinaba un suceso importante. Sin pararse a pensarlo, Kaia pasó por el camino de siempre casi dando saltos, feliz. Su mejor amiga ya la estaba esperando en la entrada de la escuela.
–Buenos días –susurró Raquel con un hilo de voz. Tenía mala cara.
–¿Qué te pasa? Hoy es San Valentín –la animó Kaia.
–Lo sé. Y bien que lo sé. Por eso Pablo me dejó ayer. Odio San Valentín.
–Ven aquí –no la había sorprendido. De hecho, esto era lo mejor que le podía pasar a su amiga. Ella sostuvo entre sus brazos lo más fuerte que pudo.
–No lo quiero. Ya no. No puedo.
–Tranquila. Es mejor así. Hace tiempo que quiero decirte una cosa pero con el viaje no he podido.
–Es verdad. ¿Cómo te ha ido?
–Eso no es importante ahora. Pablo te engañó con otra.
–Ya lo sé. Encontré una foto de una chica en mi habitación, se le debió de caer la última vez que vino. Me dijo que era su prima...
–Para. No tienes por qué contármelo. Olvídate de él cuando más pronto mejor.
Entonces Raquel dejó de sollozar. Se lo agradeció mucho. Y no la culpó por no habérselo contado antes. Lo único que quería era dejar pasar el tiempo para curar la herida. No pensaba hundirse por un chico. El profesor de matemáticas estaba junto a ellas fumando un cigarro, pero creyeron que no había escuchado nada puesto que tenía la mirada perdida entre la gente que pasaba en ese momento por la calle.
Más tarde, en clase de matemáticas, a la chica más pesada del instituto, Elena, no se le ocurrió otra cosa que sentarse con Kaia y Raquel. Ellas lo aceptaron de mala gana porque ya había entrado el profesor.
–Raquel, ¿qué te ha regalado Pablo? Porque todavía estáis juntos, ¿verdad? –dijo Elena dando en el blanco sin saberlo.
–Nada –respondió ella atravesándola con la mirada.
–Qué bonito. Seguro que quiere hacerte creer que no se acuerda para que sospeches nada.
–Sí, seguro –intervino Kaia antes de que fuera demasiado tarde.
Por suerte, Raquel no había perdido la compostura. Y por mala suerte, el profesor esta vez sí que las había escuchado. Al terminar la clase, se acercó disimuladamente a ellas cuando Elena ya se había ido.
–Chicas, siento entrometerme en vuestras cosas pero no he podido evitarlo. Esto es para ti, Raquel. Iba a regalárselo a mi novia, sin embargo, creo que se ha puesto de moda esto de que te dejen el día antes de San Valentín.
Menuda sorpresa. Dentro del paquete había una preciosa pluma estilográfica y una nota en la que ponía “Escribir constituye el placer más profundo, que te lean es solamente un placer superficial. Virginia Woolf”. De esta manera le dio a Raquel la excusa perfecta para olvidarse de Pablo: decidió empezar a escribir un libro.
Xènia M.

3 comentarios:

  1. Me re gusto :) a los dos les había pasado lo mismo y un gesto super tierno el del profesor, tanto que todos odian las matemáticas xD jajajaja
    Siempre una empieza a escribir por cosas que pasaron o que la inspiran...Por lo menos yo, así que re entiendo a Raquel..Me re gusto de verdad <3

    Y se que no los escribes vos, pero de donde los sacas? :P

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  2. Y seguramente el libro se titulo Pablo :| jajajajaja Que lindo, que lindo gesto el gesto del profesor, aunque pobre de él también :S
    Pero bueno, al final termino siendo bueno el día de San Valentin para ella <3
    Que lindo escribirrrrrrr, lo mejor que podría hacer :)
    Bueno sigo leyendo y dándome cuenta que estoy sola ajajajaja re depresiva era :P

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  3. wow está lindo!!
    Que dulce el profesor y que idiota la gente que hace eso de dejarte un dia antes de fechas importates....
    una duda... escribis todo vos?? O hay algo de otros escritores??

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