viernes, 27 de junio de 2014

I'm Sorry - Capitulo 96


No había pensado lo suficiente, así que no me decidiría ahora.
Las nubes habían cubierto la totalidad del sol, no había mas calor y lo agradecía, la temperatura comenzaba a descender, un clima bastante agradable para mi, odiaba el sol, el calor.
Entre a la ducha, esta vez, deje que el agua se templara pues con el frió no quería enfermar. Me despoje de la ropa que llevaba y entre a la ducha, deje que las miles de gotas cayeran sobre mi cuerpo, necesitaba relajarme y pensar, pero pensar era lo que menos podía hacer... media hora tarde duchándome, tarde, pero me relaje, salí envuelta en la toalla, la claridad había disminuido un poco, saque ropa abrigada de mi armario, (Vestuario) me vestí y esta vez deje mi cabello suelto, me puse una bufanda para proteger mi garganta del frió, si me llegara a enfermar en estos días, Greys sufriría un ataque ya que la obra la presentábamos en tres días y realmente no quería ser yo la que arruinara todo el trabajo que habíamos hecho hasta ahora.
Tenia que darme prisa si no quería que Greys me regañara por impuntual, Ben no iría, aunque en el colegio me haya dicho que si, al ultimo le salio un compromiso junto con sus padres, aun así nos veríamos mañana que no había ensayo, solo para pasar el rato.
Baje las escaleras y me encontré a Liam viendo la televisión.
- Me voy Liam -avise.
- Cuídate -sonrió el.
Asentí y salí de la casa.
La temperatura había bajado mas, en ese instante desee poder regresar a mi casa y quedarme en la cama, esperaba que no siguiera bajando, me gustaba el frió, pero no al grado de casi congelarme. Era un clima raro en Los Ángeles, pues siempre hace sol... debe ser por la locura de la contaminación.
Tarde unos cuantos minutos mas en llegar a la casa de Greys, aquella pintada de un azul cielo. Toque la puerta y en seguida me abrieron.
- Hola Amy -saludo el causante de mis heridas.
- Hola -susurré, entré apresuradamente hasta la sala de la chica.
- Llegaste -sonrió ella-, pues ya estamos todos... comencemos.
El ensayo fue lo mismo de siempre, corregir las lineas, mejorar la coreografía, mejorar las escenografías, nada nuevo.
Nuevo, nuevo era lo que comenzaba a suceder afuera, la temperatura era tan baja que de un momento a otro, pequeños copos blancos caían desde lo alto, los chicos desearon jugar con la nieve, Greys suspendió el ensayo, dijo que había sido el mejor que habíamos dado, a pesar de no haber estado completos, ella confiaba en que Ben sabia todo lo que tenia que hacer.
Yo por mi parte no tenia ánimos de quedarme a jugar, me despedí de Greys y comencé a caminar, raramente, tampoco tenia ánimos de llegar a casa.
Crucé los brazos para calentarlos un poco,a pesar de estar abrigada, el frió se sentía. Caminé decidida a ir a ese lugar, ese lugar que guardaba recuerdos en mi, no tarde en llegar, estaba vacío, camine dejando mis huellas en la nieve, me senté en esa banca con la vista al lago, también estaba vació, al parecer la familia de patos había buscado refugio para mantenerse calientes, aquellos copos de nieve se derretían al primer contacto con el agua.
Era tan lindo todo aquello, los verdes arboles cubiertos por finas capas, el pasto cubierto totalmente, el lago pacifico y yo entre todo aquello, todo en calma y silencio.
- ¿Decidiste venir sola? -su voz...
Mi corazón palpitó mas fuerte que nunca, cerré los ojos esperando que mi mente me haya estado jugando una broma.
- ¿Planeas quedarte aquí? -no conteste-, yo venia a pensar... sabes que este es mi lugar preferido para hacerlo, no me molestaría que te quedaras... conmigo.
Me levante sin decir nada, mi plan era irme sin cruzar una palabra con el.
- Amy -me llamo.
Paré y lo mire.
- ¿Que? -eche abajo mi plan.
- Quiero hablar contigo -suplico.
- No tenemos nada de que hablar -me negué.
- Lo tenemos, y lo sabes, por favor Amy.
- No hay nada que explicar, yo vi todo lo que debí ver -las lágrimas amenazaban con salir.
- Pero no sabes mi versión de la historia.
- No me interesa escucharla -mentí.
- ¿Porque?
- Tu estas con Melanie -dije con voz quebrada-, yo estoy con Ben. Nada se puede arreglar.
Di la vuelta y caminé.
- ¿Lo amas? -sus palabras me detuvieron, al igual que su mano sosteniendo mi brazo-, si lo amas te dejo ir, solo dime... ¿lo amas?
'No' pensé
- Si -contra dijeron mis labios.
No me soltó, deslizo su mano por mi brazo hasta tomarme de la mano.
- ¿Mientes?
- No estoy mintiendo, lo amo.
El asintió, su rostro dibujaba una expresión de sufrimiento.
- Dijiste que me dejarías ir -intente zafar mi mano de la suya.
El no me dejo, en lugar de eso, se acerco a mi y rodeo mi cintura con su brazo libre.
El aire se me termino, el estaba ahí, frente a mi, lo mas cerca que había estado desde hace ya un mes atrás. No podía dejarme vencer, tenia que salir de ahí cuanto antes.
- Déjame -pedí.
- Tu sabes que no lo amas... puedo verlo, en tus actos -soltó mi mano y acaricio mi mejilla-, en tus ojos -su mirada invadió la mía.
Esa mirada suya termino con todo mi odio hacia el, el mundo había desaparecido para mi, solo eramos el y yo, en ese escenario perfecto.
- Pues entonces no me conoces bien -susurré.
- Te conozco lo suficiente como para saber que mientes cuando dices que lo amas.
- No lo hago -insistí, mire hacia cualquier lugar, no quería verlo a los ojos, una mirada mas y caería otra vez.
- Dime que lo amas...
- Ya lo he hecho.
- Dímelo a los ojos.
Negué con la cabeza mientras cerraba los ojos, quería evitar las lágrimas.
- Amy -susurró mi nombre-, dímelo.
Tomo mi mentón y me obligo a mirarlo. 
- Dímelo -dijo mirándome a los ojos.
Mi corazón iba cada vez mas rápido, el oxigeno se me agotaba y solo podía respirar su dulce aliento.
- Yo... Logan yo lo...
No me salían las palabras, no podía decir un "lo amo", su mirada suplicaba por la verdad y ambos sabíamos que esa no era.
- ¿Lo amas? -repitió.
- Yo... te amo -solté de pronto.
No podía evitarlo mas, no podía seguir lejos de el, el era todo lo que necesitaba.
Una sonrisa se formo de el, era tan increíble verlo sonreír para mi.
Recorrió esos centímetros que nos separaban, mientras mas se acercaba mas latía mi corazón, la respiración se aceleraba. Su mano se deslizó desde mi mejilla hasta mi nuca y repitió la misma acción con su otra mamo.
Mi corazón se paro, mi respiración se corto, sus labios se posaron sobre los míos, aquellos sentimientos volvieron a mi, estallaron dentro mio, alegría, amor... todo estaba en mi. Mis ojos se cerraron al instante, instintivamente pase mis manos por su cintura, era increíble volver a estar así los dos.
Nuestros labios se movían al compás, encajaban a la perfección.
- Te amo -dijo él-, nunca quise herirte, es lo peor que pude haber hecho... no sabes lo que paso cada noche, cada noche en vela pidiendo poder regresar al pasado y arreglar mis errores... sin duda ese fue mi peor error, y mas aun el no insistir para que volvieras a mi lado, te deje ir, creí que estarías mejor sin mi... pero yo estoy destrozado sin ti... te extraño tanto.
Cerré los ojos, nunca creí escuchar esas palabras de el, siempre lo había imaginado, pero nunca creí que se haría realidad.
- Ben... -susurré, me sentía culpable, acababa de hacerle lo peor.
- ¿Seguirás con el? -acaricio mi mejilla.
- No se que haré -susurré cerrando los ojos.
El sufriría por mi culpa, lo traicioné de la peor manera, la culpa me invadía, no podría vivir así, no con este peso sobre mis hombros, él no se merece esto, no se merece que yo rompa su corazón.

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