Creo que ya había dormido lo suficiente, me senté en mi cama sin saber que hacer, apenas eran las dos de la mañana, mi estomago protestaba ya que no me había alimentado en todo el día, solo lo del desayuno.
Baje a la cocina prendiendo las luces a me paso. Al llegar ahí, abrí el refrigerador y saque lo que restaba de mi desayuno, lo metí al microondas y espere un minuto a que se calentara, cuando estuvo listo tome el plato con una servilleta ya que estaba caliente, esta vez espere a que enfriara para poder comerlo. Cuando termine tome una pieza de pan y me serví leche achocolatada, volví a sentarme para terminar de alimentarme. Mi sueño se esfumo por completo termine casi media hora después, pues al ser las dos de la madrugada, no tenia nada interesante que hacer, volví a apagar la luz y salí de la cocina, me pase directo a la sala y busque mi libro en la oscuridad, al encontrarlo lo tome y subí a mi habitación, cuando estuve ahí, salí al balcón sentándome en el suelo, mire la calle, todo estaba en calma, la luna se destacaba de entre todos los pequeños puntos que adornaban aquel manto oscuro, abrí mi libro en la pagina en la cual me había quedado, comencé a leer tratando de prestarle atención, pues todos los hechos recientes ocupaban mi mente por completo.
Suspire cerrando el libro, ya había elido un buen tramo, llevaba mas o menos la mitad del libro, había logrado mi cometido, distraerme por un rato. El cielo estaba decorado con unas franjas anaranjadas que anunciaban el amanecer, me levante de mi sitio y entre al baño, lave mi rostro y mis dientes, no quise perder el tiempo y abrí la llave de la regadera, me deshice de mi ropa y entre a la regadera, no deje que el agua templara y prontamente me arrepentí de ello, el agua helada corría por mi cuerpo, un par de minutos después, mi piel se acostumbro a la temperatura del agua, cerré la llave y me lave el cabello y el cuerpo, abrí nuevamente la llave que inicio aquella lluvia artificial, volví a estremecerme ante los primeros contactos con las diminutas gotas. Tome mi tiempo quedándome bajo esa fina lluvia, varios minutos después decidí salir de ahí, envolví mi cuerpo en una toalla y salí en busca de mi ropa, me demore tan solo unos minutos en elegir unos jeans entubados y rasgados, una blusa holgada blanca y mis converse.
Era domingo, Liam vendría, pero hasta mas tarde porque grandiosamente, se vería con Greys. Sonreí ante la idea. Mi estomago volvió a protestar, baje las escaleras deslizando mi mano por la baranda, al llegar a la parte baja, entre en la cocina y me serví un plato de cereal. Eran cerca de las ocho de la mañana, aun temprano. Me pase por la cocina con el plato en la mano, revise el refrigerador y los estantes , le propondría a Liam que me acompañara a comprar cosas, si no quería morir de hambre. Termine el cereal y lave mi plato al igual que el plato y el vaso de unas horas antes.
Decidí ver televisión y quizá quedarme ahí todo el día. A pesar de haber tantos canales le deje en uno para niños. Me acomode en el sofá mirando aquella caricatura. El tiempo paso, y con el varios programas. Mis ojos comenzaban a pesarme y se cerraban continuamente, en un momento escuche que tocaban el timbre. Me levante adormilada y apague la televisión, moví la cabeza de un lado a otro. El timbre volvió a sonar, camine con pereza para abrir la puerta, al abrirla y ver a mi visitante se me paso todo, la pereza, el sueño... mi corazón reacciono al momento que mis ojos se encontraran con los suyos.
- Hola Amy -saludo Logan sonriendo-. ¿Puedo pasar?
Solo pude asentir y apartarme para que el entrara. Al parecer volví a quedarme sin palabras.
Logan se quedo parado en el corredor y cerré la puerta, lentamente me voltee hacia el.
Logan me miro.
- ¿Pasamos? -me preguntó al momento que comenzó a caminar hacia la sala.
No se como saque fuerzas para moverme y tomarlo de la mano impidiendo que siguiera caminando. Logan me miro confundido.
- Ven -susurre al momento que caminaba hacia la puerta de atrás, camine por delante de el dirigiéndolo al patio trasero. Llegamos a mi sitio preferido y me senté en el banco de piedra haciéndole un gesto para que se sentara, el lo hizo. Se sentó a un lado de mi callado. Quise tomar el valor para hablar pero por mas que quería las palabras no salían.
- Amy - Logan rompió el silencio. Solo lo mire-. Quiero que hablemos - continuó.
- ¿De que? -pude susurrar.
- Quiero explicarte porque... porque te trate mal -agacho la mirada.
- Justamente es lo que quiero saber -dije recuperando mi voz.
- Bueno -se aclaro la garganta-. Se que Greys te contó acerca de Melanie, Ben y yo... -hizo una pausa- Amy, Ben era mi mejor amigo, no te ocultare que lo hice a un lado cuando estuve con Melanie y cuando supe que ellos dos tenían algo que ver, me sentí traicionado. Jure nunca mas volver a confiar en alguien y no enamorarme...
"La primera promesa la rompí al instante, cuando comencé a hablar con Greys y ahora confió ciegamente en ella. -Sin saber como, me encontrada acostada en sus piernas mientras escuchaba atenta, el acariciaba mi cabello-. La segunda promesa -suspiro-, la rompí -me miro- la rompí al mirarte por primera vez... quise escapar de los sentimientos pero el corazón me traiciono, poco a poco me enamore de ti... por primera vez, me enamore. Tuve tanto miedo de tenerte y luego perderte así que te trate solo como una amiga y esa vez... cuando te vi con Ben, sentí que todo de volvía a repetir... me dolió ver como lo mirabas y cada que estabas con el me sentía peor.
"Después de hablar con Greys, me di cuenta que me había portado mal contigo... tienes razón, quise acercarme, pero siempre me evadías. En una ocasión, al querer evadirme, chocaste con tu hermano -curiosa lo mire-, por el modo en que los vi creí otra cosa -dijo apenado-. Mi creencia errónea siguió al otro día cuando te vi con el en la fiesta. Fui un imbécil ese día, tu quisiste arreglar las cosas y te trate mal... cuando apareció tu hermano defendiéndote, sentí que la sangre me hirvió, yo sabia que el tenia razón. Los celos se apoderaron de mi, seguía en mi creencia errónea, se ruborizo-. Después se lo conté a Greys... ella me dijo que el era tu hermano -sonrió-. Que idiota fui.
"Los papeles se invirtieron... yo quería estar bien contigo y tu sin mas me rechazabas. Te trate así por mis malditos celos -agacho la mirada para verme-. Perdóname Amy.
No supe que decir, después de segundos de estar con el rostro inexpresivo, sonreí.
- Esta bien Logan... no tengo nada que perdonarte.
Logan sonrió y se agacho depositandome un delicado y breve beso en los labios.
Un escalofrío recorrió todo mi ser, mi estomago sintió un vació indescriptible. Lo mire a los ojos... esos ojos que hacían perderme de la realidad.
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