- Su orden -Aquella mujer morena rompió nuestro cruce de miradas.
Clave la mirada en la mesa algo avergonzada.
- Gracias -fue Logan quien hablo.
La mesera se fue y volvimos a quedarnos solos.
- ¿Mi padre les dijo a que hora regresaría? -pregunte aun nerviosa.
- No -Logan me miro.
- Me extraña que no me halla llamado aun -dije preocupada.
- Tranquila -susurro-. Seguro que esta bien. Quizá fue algo de su trabajo, los médicos siempre están ocupados -se encogió de hombros.
- Tienes razón -sonreí.
Tome un poco del frappé que tenia frente a mi. Escuche una melodía provenir de mi celular, lo tome. Era mi padre.
Mire a Logan.
- Contesta -sonrió.
Solo asentí con la cabeza y conteste.
- ¿Papá?
- Amy -escuche del otro lado de la linea-. Hija, ¿donde estas?
- Con Logan -lo mire.
- ¿Aun no llegas a casa?
- No papá -fruncí el ceño-. ¿Donde estas?
- En el hospital hija... tuve un caso de emergencia, no pude avisarte hace un rato, y te llamo para decirte que no llegare a casa.
- ¿Como?¿Por que papá?
- Amy, como te dije, tengo un caso de emergencia, es una vida hija.
- De acuerdo papá -dije desganada.
- Amy, te quiero hija, tengo que irme. Te llamo mañana.
- Esta bien papá -susurre-. Adiós.
Colgué y guarde mi celular en la bolsa de mi pantalón.
- ¿Paso algo? -Pregunto Logan curioso.
- Mi papá me aviso que no va a llegar esta noche.
- Oh... es difícil su trabajo.
- Son vidas -repetí lo que mi padre había dicho segundos antes-. Es su deber.
- Lo se, debes estar orgullosa de el.
- Y lo estoy... es solo que casi no pasamos tiempo juntos -me encogí de hombros-. a veces lo extraño.
- Te entiendo -puso su mano sobre la mía-. Mi madre viaja mucho por su trabajo, justo ahora esta en España.
- ¿Estas solo en casa?
- Literalmente si -sonrió-. Max me acompaña.
- ¿Max? -pregunte curiosa.
- Mi perro
- Ah... ¿y cuando regresa tu mamá?
- No estoy muy seguro, pero espero tenerla aquí para mi cumpleaños.
- ¿Cuando es? -ladee un poco la cabeza.
- El primero de marzo -sonrió.
- En tres meses -sonreí.
- Si, ¿y el tuyo?
- El quince de Noviembre.
- Hace un mes -sonrió-. Felicidades.
Reí un poco.
- Gracias.
Logan miro su celular.
- 8:35 -susurro.
- ¿Es la hora? -lo mire.
- ¿Quieres irte ya? -me respondió con otra pregunta.
- No estoy muy segura. No tengo nada interesante que hacer en casa.
- Vamos a dar una vuelta y luego te llevo a tu casa ¿esta bien?.
- Claro -sonreí.
Logan aparto su mano, me ruborice. ¿Como fue posible olvidar que el tenia su mano sobre la mía? Al parecer Logan no noto mi cambio de color y si lo noto, lo disimulo.
Logan llamó a la mesera quien nos trajo la cuenta. Logan se negó a que yo pagara mi frappé. Salimos de ahí y caminamos calles abajo.
- ¿Alguna vez habías venido a Los Ángeles? -fue Logan quien comenzó la platica.
- No. Creo que nunca había salido de San Francisco por... bueno ya sabes -mire la acera.
- Ya veo. Yo tampoco he salido mucho... algunas veces mi mamá me lleva a sus viajes, pero solo los días en los que no tenga que ir al colegio.
- ¿Y a donde te ha llevado?
- Bueno -hizo una pausa-. A Phoenix, Argentina... no recuerdo -sonrió.
- Entonces has salido del estado.
- Si
- Es grandioso -sonreí.
- ¿Te gusta viajar?
- Me encanta, aunque no he salido... pero me encantaría conocer lugares nuevos, estados, países... me encantaría vivir viajando.
- Mi mamá dice lo mismo.
- Es que, seria maravilloso conocer cosas nuevas.
- Si.
Logan entró a un parque iluminado con farolas, había varias personas ahí, familias, parejas... Logan me llevo hacia una banca algo alejada, enfrente de esta había un enorme lago, el lago estaba en paz, completamente inmóvil, oscuro, tenia el reflejo de una luna que estaba saliendo del cuarto menguante, mas allá se distinguían algunos arboles, era hermoso. Logan me invito a sentarme en la banca y lo hice, el me imito.
- Es precioso -dije observando aquel lago
- Siempre vengo aquí cuando estoy triste... la tranquilidad me ayuda a pensar y relajarme, a veces traigo mi guitarra conmigo -el también contemplaba ese estupendo paisaje.
- ¿Te gusta mucho la música? -lo mire.
- Literalmente, es mi vida... mi mundo...
Logan seguía mirando el lago y yo seguía mirándolo a el... me identifique con el en ese aspecto.
- Yo... yo siento lo mismo... diría que la música es mi pasión -sonreí.
El me miro.
- ¿Tocas algo?
- No -baje la mirada-. Pero me encantaría.
Logan sonrió.
- Sabes Amy, sueño con vivir siempre en la música, con cantar y demostrar quien soy a través de mis letras, de mis melodías.
- ¿Porque no lo haces?
Logan sonrió y negó con la cabeza.
- No lo se. No siento la suficiente confianza para hacerlo...
- Logan -ahora yo apoye mi mano sobre la de el-. Jamas renuncies a tu música, no importa lo que pase. A veces en la vida pasan cosas malas, cada vez que pasa algo malo es el único lugar donde puedes escapar, es la única forma en la que te sientes vivo.
- Tienes razón... al tocar me siento en casa, siento que nada va mal, que todo es tan fácil,
siento que el mundo es solo para mi, de alguna forma logro sentirme bien.
- Por eso no debes renunciar a ella... Sigue tus sueños Logan.
Logan me miró a los ojos, volvió a provocar eso en mi... nervios, mi corazón comenzó a latir desbocado, mi espiración se agito, por un instante mi mundo se parlizó.
