miércoles, 27 de febrero de 2013

Esos ojos - Capitulo 13




- ¿Disculpa?
 

Mire a Greys sorprendida... y no era para menos...
 

- Logan... ¿que si te gusta Logan?
 

- Greys... no creo que...
 

- Vamos Amy, yo te guardo el secreto -sonrió-. ¿Te gusta?
 

- Pues...
 

- ¿Quien te gusta? 
 

Logan miró a Greys y luego a mi.
 

- ¿Quien te gusta? -repitió enarcando una ceja.
 

- Nadie... no me gusta nadie -conteste pareciendo tranquila.
 

- Entonces...
 

- Que si le gusta Los Ángeles, Logan -Greys mintió.
 

En lo mas profundo de mi, se lo agradecí.
 

- ¿Enserio? 
 

- Los Ángeles... no creo que sea de mucha importancia la respuesta.
 

Mire a Greys para asegurarme que captara el doble sentido de mi respuesta. Al parecer lo noto.
 

- Amy, la respuesta es de gran importancia. ¿Y si tu le gustas a Los Ángeles?
 

- ¿Que? -dijimos Logan y yo al unisono.
 

Logan confundido y yo sorprendida ya que sabia a lo que se refería. 
 

- Greys... ¿como una persona puede gustarle a Los Ángeles?
 

La chica nos miro sonriente y se encogió de hombros.
 

- Cualquier cosa puede pasar -Tomo unas cuantas blusas y se fue al probador.

     No estoy segura; esa era la respuesta. 
 

     Me sentía diferente cuando lo tenia cerca, como jamas antes me había sentido, era algo especial, pero el simple hecho de serlo me hacia sentir miedo... miedo de lo que pudiera venir después.
- Logan ayudame -Greys trato de pasarle una de las bolsas que traía.
 

- ¡Ves! por eso no me gusta comprar contigo, siempre te traes la tienda entera.
 

Greys lo miro desconcertada.
 

- Cielos Logan, no seas exagerado. Amy, ¿me ayudas con esta bolsa?
 

Trate de tomar la sexta bolsa que me daba Greys. Logan llevaba otras 8 bolsas de ella y Greys llevaba 5 mas... ¿Exagerado? 
 

- Greys tienes como 20 bolsas. -dije cansada.
 

- No es mucho Amy.
 

- ¿Como? -la mire.
 

- Es mucho peor -aseguro Logan.
 

- Prefiero no saberlo -dije.
 

Logan rió un poco mientras Greys me miraba indignada.

     Solo descansamos es una heladería, comimos helado y fue todo lo que hicimos, prácticamente Greys había tomado la tarde para traernos de tienda en tienda.

- Gracias -dijo recibiendo las ultimas tres bolsas que Logan le daba.
 

- Los veo mañana en el colegio -Sonrió y entro a su casa.
 

Logan me miro y sonrió.
 

- Lo siento, no se supone que fuera así.
 

Agache la cabeza sonriendo.
 

- No te preocupes, esta bien -lo mire- de todos modos la pase bien -sonreí.
 

- Aun así no me siento bien... quieres... ¿quieres ir a tomar algo? 
 

- Seguro -sonreí.

     Nos dimos vuelta y comenzamos a caminar hacia algún lugar, el sabia a donde iríamos. 
 

- ¿Por que no te compraste nada?
 

Pregunto Logan, caminaba a un lado de mi con las manos en las bolsas de su pantalón.
 

- No me enloquecen las compras -sonreí.
 

- Creí que te parecerías a Greys en eso -me miro.
 

- Por que? -cuestione.
 

- No lo se, es solo que... digo, te vistes demasiado bien y creí que cada que veías una tienda hacías lo mismo que Greys. -sonrió-. Pero veo que no.
 

Reí un poco.
 

-No, no me gusta enloquecer al ver una tienda. 
 

- Y debo agradecer eso -rió-. Si no, creo que yo estuviera horrorizado.
 

- De nada -sonreí.

     Reinó el silencio y seguimos caminando, cinco minutos mas tarde llegamos a una cafetería, Logan y yo entramos en ella y tomamos una mesa, en seguida llego una mesera ofreciéndonos lo que podíamos pedir. 
 

- Yo solo quiero un Frappé ¿y tu Amy?
 

- Lo mismo.
 

La mesera tomo la orden y se fue. Logan estaba sentado frente a mi. 
 

Se quedo mirándome  de una forma extraña que hizo que me sintiera nerviosa, sentí la necesidad de decirle que me dejara de mirar, o quizá de salir corriendo de ahí hasta perderme. Quería bajar la mirada, mirar hacia cualquier dirección en la que pudiera evitar encontrarme con esos ojos, pero no podía, sus ojos me atrapaban. 
 

Esos ojos que hacían que me olvidara de donde estaba, de lo que hacia, lo que pensaba, me olvidaba de como respirar, me olvidaba de hablar, la perfección estaba en esos ojos que me confundían, esos ojos que me hipnotizaban, la mirada perfecta.

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