martes, 31 de diciembre de 2013

Maratón 13/20 - Las tragedias Nunca vienen Solas 75


¿Porque? ¿Porque? Es la pregunta que revoloteaba en mi cabeza, ¿porque me hiciste eso Logan? Era increíble todo lo que podía llorar. No quería volver a casa, no quería responder al las preguntas de papá o las de Liam.
Ya era tarde. Totalmente empapada camine hacia la puerta de mi casa, la abrí y entre. No se escuchaba nada, camine por el corredor con paso lento.
- Amy -escuche una voz quebrada desde la sala.
Lo mire, Liam estaba parado al pie del sillón, donde Mikeila lloraba ocultando su rostro.
- ¿Que tiene? -pregunte aun con voz débil.
- Amy, tu papá... -Liam me miro con ojos vidriosos, Mikeila lloro mas notoriamente.
- ¿Que pasa Liam? -grite desesperada temiendo lo peor.
- Tuvo un accidente y...
El aire se me termino, aquel puñal que traía clavado acabo de desgarrarme el corazón.
- Mentiroso -susurre.
- Eso quisiera ser -dijo acercándose a mi.
- ¡Estas mintiendo! -grite al momento que corría hacia aquellas escaleras.
- Amy -escuche detrás de mi.
Llegue a mi cuarto y cerré la puerta recargándome en ella, me deje caer hasta el piso ocultando mi rostro entre mis manos. Las lágrimas no podían quedarse en mi, mi desesperación creció.
- Amy ábreme -escuche su voz que me hablaba a través de la puerta.
- Lárgate Liam -grite dejando escapar mi desesperación.
- Amy ábreme por favor.
- ¡Déjame!
- Amy -escuche su ultimo susurro.
No podía ser cierto, no podía perder a las dos personas que amaba. ¿Porque me dejaban? Ahora estaba sola.
Quería morir, dejar todo atrás, alcanzar a mi padre en su camino.
La presión en el pecho se hacia mas fuerte, hacia que llorara como nunca lo había hecho en la vida.
- Hubiera preferido quedarme en mi Infierno... no sufrir por el, no perderte a ti. Me dejaste papá.
Apreté mis puños como si mi vida se aferrara a eso. Pero a decir verdad ya no la quería, quería dejare de respirar, de existir. Quería dejar de sentir dolor. El verdadero dolor, comprendí que lo antes sentido era simple sufrimiento, esto que siento ahora es el mas profundo dolor, lo peor que pueda existir.
- Prefiero morir -susurre.
Lentamente deje que todo mi cuerpo descansara en el suelo, el suelo frió. Nunca terminaría de llorar, nunca dejaría de sufrir, ya nunca mi vida seria normal, nunca jamas...


Abrí los ojos, me encontraba en mi cama, cubierta de pies a cabeza, pero podía sentir el contacto de mi piel contra las sabanas, estaba solo en ropa interior. No quise moverme, los ojos me pesaban, sin querer las lágrimas volvieron a mi. Era increíble, como veía todo tan opaco, a todo le faltaba su color, me sentía en un sueño, pero todo era tan real.
Un sollozo escapo de mi.
- ¿Estas bien? -escuche esa voz que me hizo estremecer.
Me senté en la cama mirando en dirección a su voz.
- ¿Que haces aquí? -pregunte con desprecio.
- Yo solo...
- Te dije que no te quería ver mas -interrumpí.
- Amy, déjame estar contigo.
- Lárgate -susurre.
- Por favor -una lágrima salido de el.
- Lárgate -grite levantándome de la cama-, no te quiero ver en mi vida, aléjate de mi -camine hacia el intentando empujarlo hacia la puerta-, quiero que te vallas ¡Vete!
- No hagas esto Amy.
- Quiero que te vallas, lárgate -no paraba de gritar y empujarlo hacia la puerta. Su sola presencia me mataba.
- Amy ¿que te pasa? -escuche a Liam exaltado.
- Lárgate Logan.
Sentí que alguien me rodeaba con los brazos impidiendo que siguiera empujando a Logan.
- Tranquila Amy -susurro el chico que me abrazaba.
- Quiero que se largue -dije entre lágrimas.
Me abrace a Liam ocultando mi rostro en su pecho.
- Sera mejor que te vallas Logan -lo escuche.
Logan no dijo nada, solo escuche sus pasos cada vez mas lejos de mi.
- ¿Que pasó Amy? -susurro el abrazándome.
No pude contestar, solo deje que mis lágrimas salieran.
- Tranquilízate por favor Amy -negué con la cabeza-, hermana... cálmate, vístete... nos espera un largo día.
- No quiero hacer nada, no quiero saber nada.
- Hazlo por el
- Ya no esta conmigo ¿para que hacerlo?
- Por mi mamá... por mi...
- Liam... -susurre-, no puedo, ya no mas.
- Solo hazlo Amy, no tarda en llegar.
- No quiero verlo.
No podía, verlo encerrado en una caja de madera, era lo peor que me podía imaginar, y saber que nunca mas iba a regresar.

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