martes, 31 de diciembre de 2013

Maratón 3/20 - ¡Cuéntame!


- Amy -escuchaba mi nombre seguido de insistentes golpes en la puerta.
Me levante de mala gana para abrir la puerta.
- ¿Que? -pregunte soñolienta.
- ¿No iras al colegio? Faltan quince minutos y Logan te espera abajo.
- ¿Como? -dije sorprendida casi gritando.
Cerré la puerta de golpe dejando a Liam con la palabra en la boca, corrí a mi armario buscando ropa, escogí unos jeans y una blusa celeste. Me metí a la ducha, saliendo nuevamente en tan solo cinco minutos, había sido rápido, pero ya era tarde. Me cambie y cepille mi pelo lo mas rápido posible, mire a mi celular acusadoramente como si el tuviera la culpa de no haber soltado su estruendosa alarma. Ciertamente yo lo había olvidado.
Tome mi mochila y baje los escalones a toda prisa, pero al llegar a los tres últimos quise ahorrarme la tardanza, baje de un solo salto los tres, grave error, no alcance a llegar y mi pie resbalo en el ultimo.
-  ¡Amy! -Logan alcanzo a atraparme ya que se hallaba cerca de la escalera - ¿que haces?
- Deseaba saludar al suelo -sonreí ante mi mal chiste.
El me miro con mala cara.
- Te puedes lastimar.
- Ya se Logan... pero ya es tarde.
- Cierto -recordó-. Vámonos.
- Liam, me voy -grite al salir de casa.
Afortunadamente Logan había venido en el auto de su mamá, seguro no estaba en la ciudad.
- ¿De cuanto tiempo estas en mi casa? -pregunte mientras el encendía el auto.
- No se... veinte minutos quizá.
- Lo siento -me disculpe-, me dormí...
- Si lo se -rió.
- ¿Porque no subiste?
- Lo hice pero... te veías tan linda durmiendo que no quise despertarte -rió.
- ¿Así que entras a mi habitación sin avisar? -lo mire.
- Avisé a Mikeila, iba saliendo.
- Pero no a mi... que tal si me estaba cambiando.
El sonrió sin decir nada.
- Logan -proteste.
- Lo siento -rió- no lo vuelvo a hacer -prometió apagando el auto.
Salimos del auto y caminamos hacia el edificio apresuradamente, Logan me tomo de la mano y corrimos por los pasillos ya vacíos, evidentemente las clases ya habían comenzado. Logan abrió la puerta de golpe interrumpiendo la clase.
- Lo siento -se disculpo-. ¿Podemos pasar?
- Señor O'Connors, señorita Rumsfeld. ¿Se dan cuenta que llegan tarde e interrumpen mi clase?
- Evidentemente -susurre en la espalda de Logan.
- En verdad lo sentimos -dijo disculpándonos a ambos.
- Pasen y no retrasen mi clase.
- Gracias.
Entramos al aula dirigiéndonos a nuestro pupitre.
- Señor O'Connors, esta consiente de que estamos en un colegio.
Logan lo miro confundido, después de unos segundos reacciono soltándome la mano.
- Enserio lo siento -rió sentándose a mi lado.
Reprimí la carcajada que amenazaba con salir.
El maestro hizo un gesto de inconformidad y siguió con lo suyo.
Comenzamos con la clase, trataba de prestar la mayor atención posible, no podía darme el lujo de haber faltado dos semanas y todavía no prestar atención, en un momento libre, me levante de mi lugar yendo a la mesa del profesor.
- Señor Bane...
El profesor me miro y sonrió.
- Claramente, creí que ya no aparecería por acá señorita, su... compañero de pupitre -dijo recalcando compañero- ha dicho infinidad de veces que ha tenido que salir.
- Asuntos familiares -me encogí de hombros-, pero volví -dije al momento que deslizaba un papel con la justificación de mis faltas.
- Esta bien -dijo leyendo el papel-. Dos semanas es una perdida total de clases.
- Lo se... y tengo todos mis trabajos, tareas, se lo que ha explicado.
- Interesante -dijo apoyando su puño derecho en la palma de su mano-, su compañero ha hecho un buen trabajo -dijo mirando a Logan.
- De hecho -sonreí-. ¿Puedo entregárselo?
- Considerando su justificante -dijo mirando el papel.
- Puedo traérselo ahora.
- Mejor me deja su cuaderno, mañana se lo entrego, quiero ver detenidamente su trabajo -sonrió de lado.
- De acuerdo -tome mi justificante y regrese a mi sitio.
Tome mi cuaderno entre manos y lo mire.
- ¿Que paso? -susurro Logan.
- Creo que al maestro no le agrada mi compañero -dije recalcando el ultimo par de palabras entre comillas.
- ¿No le agrado? -sonrió-, ya estamos a la par -me guiño un ojo.
Reí por lo bajo.
El timbre sonó anunciando un nuevo comienzo de clase, nos levantamos de nuestro pupitre, antes de salir le entregué mi cuaderno al profesor, quien con sus palabras "esta en buenas manos" me causo diversión.
- Te veo en un rato, bonita- besándome la frente.
- Si -susurre, entre al aula yendo a mi lugar en donde ya estaba sentada Greys, leía una revista.
- Hola -dije sentándome.
- ¡Amy! -me recibió entusiasmada con un abrazo.
Reí devolviéndole el abrazo.
- No sabes lo que te extrañe -sonrió.
- No mas que a Liam -asegure.
Ella rió sonrojándose.
- Tienes que contarme todo Amy -sonrió cerrando su revista
- ¿Ahora? -ella asintió-. ¿Y si llega la profesora?
- ¿Ignoramos?
- Greys... he perdido dos semanas, no pienso perder mas.
- De acuerdo... disculpe usted, señorita aplicada -abrió su revista, indignada.
- Quizá en el descanso -reí.

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