19 de Julio, hoy seria el cumpleaños numero 35 de mi padre, deberíamos de estar felices, festejando, sonriendo, pero en lugar de eso, estamos de luto, justo hoy se cumplen dos meses de su muerte, dos meses desde que me dejo, dos meses del peor de mis días.
Ya hacia dos meses que no salia ni de mi habitación, Liam se veía preocupado, ahora trabajaba mas duro para ayudarnos, no era muy necesario, papá había dejado herencia y cosas así, pero el se empeñaba a cuidarnos.. A Mikeila no se le veía sonreír, su matrimonio duro muy poco, pero ello no se quitaba el anillo que los unía... Anillos, el mio descansaba en una caja dentro de mi armario, junto a aquel peluche blanco, no tuve el valor de deshacerme de ellos, así que solo los saque de mi vista.
Greys me visitaba de vez en cuando y siempre me reprendía.
- Estas delgada ¡Debes comer, Amy!
Era lo que decía.
Pero la gran depresión que pasaba no me dejaba hacerlo, sentía que no necesitaba nada. Solo a una persona, pero estaba claro que esa persona no vendría, Liam le había ordenado salir de mi vida y si el regresaba yo no lo dejaría pasar, me había lastimado, no permitiría que lo hiciera nuevamente, aunque se que lo extraño como nunca, me hacia falta en esos momentos, pero era claro que no lo tendría, no mas. Tenia amigos que me apoyaban, amigos, Greys, Liam... Ben.
Ben también me visitaba, quizá no tan frecuentemente como lo hacia Greys, pero el estaba prácticamente todo el día, me había invitado a pasar unas vacaciones con el y sus padres pero no accedí y el no se fue.
Era increíble como había pasado dos meses sin reír, ni siquiera sonreír. Quienes estaban conmigo lo intentaban, pero siempre fracasaban.
Exactamente en un mes entraría nuevamente al colegio, una idea que me torturaba, vería nuevamente a Logan y hasta quizá nos colocaran en algunas clases juntos, tendría que ser fuerte, justo como lo fui antes.
- ¿Amy? -aparte la vista de la ventana para ver a aquel chico castaño que entraba.
- Hola -salude con el mismo tono de muerta.
- ¿Como estas? -pregunto llegando a mi.
- Igual... nada cambia.
El suspiro y se sentó junto a mi.
- ¿No has salido?
- Ni de mi habitación -asegure.
- Deberías hacerlo, distraerte... tratar de salir adelante.
- No es fácil Ben -dije agachando la mirada.
- ¿Quien ha dicho que lo es? -tomo mi mentón obligándome a mirarlo.
No pude decir nada.
- Solo inténtalo -susurro.
- No se si podría Ben -susurré al momento que volvía a bajar la mirada.
- Sal conmigo -sonrió.
- ¿Como? -lo mire confundida.
- Salgamos, como amigos claro. Quiero que te sientas mejor, estar encerrada en tu habitación no es la mejor forma de escapar de los problemas, hay que afrontarlos y demostrarles que si caes puedes levantarte.
Reprimí las ganas de sonreír.
¿En verdad? ¿sonreír? Ben había dicho algo que me había hecho sentir bien, la primera vez que me sentía bien en dos meses.
- Entonces...
- Esta bien -lo mire.
El sonrió.
- Justo ahora es temprano... vallamos, te espero.
- Pero Mikeila y Liam...
- Yo les pido el permiso en lo que te arreglas... no dudo que te lo den -sonrió.
- De acuerdo -asentí.
Ben se levanto de la cama y me beso la frente, salio de la habitación apresurado.
No podía creer que había accedido... pero es que a mi mente llego la idea de que podía volver a ser feliz... o al menos mas de lo que no soy ahora. Lo bien que me hizo sentir un momento anterior me puso a pensar que quizá pueda volver a la normalidad.
Ben era un buen amigo, de esos que te hacen sentir bien con las palabras, que te devuelven los ánimos, esos que con una sonrisa te transmiten toda la confianza, el era de esos chicos que solo se hayan una vez en la vida, de esas amistades únicas, lo que lo arruinaba, es que yo sabia que el estaba enamorado de mi, me dolía no poder corresponderle pues yo sabia perfectamente que al que amaba era aquel chico que había provocado en mi un millón de sentimientos con tan solo una mirada, aquel chico que me había jugado mal, pero aun así yo seguía amando con cada parte de mi.
Ahora solo quería amigos, creo que no caería mas en el tonto juego del amor... no mas.
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