martes, 31 de diciembre de 2013

Maratón 14/20 - No quiero Decirle adiós... 76


Había conseguido calmarme, estar por casi dos horas en la ducha me había relajado, pero seguía mal, se podía notar a kilómetros, pues Liam venia cada cinco minutos a ver si aun seguía con vida, era evidente que la idea de quitarme la vida rondaba por mi cabeza rehusándose a marcharse, no me animaba a salir de mi habitación, Mikeila había subido un par de veces y con los ojos hinchados me ofrecía comida la cual rechazaba, no quería comer, mi cuerpo no me lo pedía, ni siquiera podía hablar,mis sentidos no me respondían, no hacia mas que sentarme en el balcón mirando sin punto fijo.
- ¿Puedo pasar? -escuche una voz conocida. No respondí-, ¿como estas? -pregunto cuando estuvo cerca de mi.
- Que pregunta mas tonta -respondí aun sin mirarla.
- No se me ocurrió que mas preguntarte -la chica se sentó frente a mi. Solo la mire.
- Lo siento mucho Amy... se lo que se siente y no se lo deseo a nadie.
- Gracias -susurre.
Mi voz era débil, a decir verdad ni siquiera estaba segura de que fuera mi voz, sonaba distinta, muerta.
El sol se ocultaba, desaparecía poco a poco, a pesar de la gran cantidad de lluvia que había descargado la noche anterior, el cielo seguía invadido por algunas nubes.
- ¿Vas a bajar? -seguí esa voz, Liam estaba recargado en el marco de la puerta.
- ¿Debería? -susurre.
- Vamos Amy -me animo Greys.
Suspire dudando, pero accedí. Baje con Greys y Liam, el me paso el brazo por los hombros.
Al bajar las escaleras pude ver a gente en la sala, vestían de negro y hablaban en susurros. Al fondo de la sala pude ver un ataúd. Mi corazón se presiono como antes y sentí que las lágrimas saldrían.
Me di la vuelta abrazándome a Liam.
- Me quiero ir, no quiero estar aquí -dije entre sollozos.
- Vamos a la cocina, necesitas comer algo.
- No quiero...
- Tienes que hacerlo.
- Vamos Amy -Greys me tomo por los hombros sustituyendo a Liam. Me llevo hasta la cocina e hizo que me sentara-. Liam tiene razón, necesitas comer.
- No puedo Greys... darme el lujo de comer, cuando el no puede ni respirar.
- Tu papá no querría que estuvieras así... aunque sea come esto -dijo mientras me pasaba una manzana.
La tome entre mis manos y comencé a jugarla, en verdad no tenia ánimos de nada.
- Cómela Amy -pidió ella sentándose frente a mi.
Hice caso omiso y seguí jugando con mi plato. Escuche un suspiro de parte de ella.
- Se que no te puedo obligar, pero has el intento.
La mire por un par de segundos, tenia razón, si, pero no quería hacerlo. Greys miro hacia la puerta.
- Ahora vuelvo -susurro. Salio prácticamente corriendo de la cocina.
Me quede jugando la manzana con la mirada clavada en la mesa.
Escuche susurros provenir desde afuera, no quise mirar, pues  pesar de ser un volumen bajo reconocía esa voz. Discutía con Greys y otra persona mas. La discusión termino después de unos segundos mas, deje la manzana en la mesa y oculte mi rostro entre mis manos, no quería volver a llorar, pero simplemente no podía contenerme, recordaba a la perfección lo que el me había hecho, mas sin embargo no podía perdonarlo, ya no mas.
- Amy -sentí una mano sobre mi espalda, me levante limpiando las lágrimas y mire a ese chico -¿como estas?
- Muriendo sería poco -conteste sin ánimos.
El chico se sentó a un lado de mi colocando su mano sobre la mía.
- Estamos para apoyarte, estarás bien.
- Es lo que mas deseo Ben.
- Lo vas  a estar -sonrió.
Mire a Greys quien ya estaba frente a mi de nuevo.
- ¿Que hacia él aquí? -pregunte con desprecio.
- El quería verte... estar contigo.
- Bien, pues no lo quiero ver.
- Ya se ha ido, no lo veras. Liam... le prohibió volver a tu casa.
- ¿Liam sabe? -ella asintió.
- El no va a regresar Amy.
- Eso espero -dije mirando por la ventana.
La noche había caído, la oscuridad era salvada por las lamparas del jardín.
Mañana llevarían a mi padre al cementerio, en realidad no quería ir. No quería decirle adiós, no quería hacerme a la idea de que nunca mas lo vería. Era difícil.

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